Puntuar al médico online podría ser malo para tu salud

En los últimos meses han proliferado los sitios sociales para puntuar médicos, hospitales y clínicas. Los pacientes acuden principalmente a estas redes para contar sus experiencias tras ser atendidos, pero también hay un gran número de pacientes que las utilizan para elegir médicos o formarse una opinión del médico al que van a acudir.

Pero esta nueva tendencia podría poner en riesgo la seguridad de los pacientes. Tanto es así que en la revista Forbes ya se han hecho eco de algunas de las situaciones:

Aquejada de un dolor de muelas, una mujer de Carolina del Sur acudió a las urgencias locales. El médico que le atendió le administró hidromorfina, un potente analgésico que suele usarse para dolores relacionados con el cáncer. La enfermera preguntó por qué mataba moscas a cañonazos ¿miedo a una demanda? No — contestó el médico — Press Ganey, mis puntuaciones el mes pasado fueron bajas.

Y es que este es el nombre más temido en las salas de urgencias de todo Estados Unidos, la mayor empresa dedicada a las encuestas de satisfacción en el ámbito sanitario. Un nombre que asusta más que la temida figura del abogado litigante.

El sistema podría parecer bueno, al fin y al cabo parece que funciona cuando buscamos opiniones sobre hoteles, restaurantes o lugares turísticos. Sin embargo, en Sanidad todo es un poco más complejo, y con la vida del paciente en riesgo tal vez sea hora de plantearse si estas herramientas deben generalizarse.

La principal preocupación que despierta es que los sitios de puntuación de médicos podrían ser un revulsivo para la práctica de la medicina defensiva. La generalización de estos sitios vendría a profundizar una crisis que viene destrozando, poco a poco, la relación médico-paciente ante el temor de los primeros a verse envueltos en juicios y reclamaciones.

En 2003, un estudio destacaba que en España, el 70% de los médicos estaba condicionado en su trabajo por el miedo a una demanda. Tal vez alguien piense que forma parte de la responsabilidad que asume el médico. Sin embargo, la práctica de la Medicina defensiva va más allá, poniendo en peligro la salud del paciente.

La respuesta habitual de los médicos ante este tipo de temor es someter a los pacientes a una batería de pruebas innecesarias, sólo con el objetivo de no pasar nada por alto. El problema es, a parte de los costes que esto genera, que un exceso de pruebas hace más daño que bien.

Por mucho que el paciente se vaya a casa contento, deseoso de escribir una buena recomendación, en el fondo este tipo de actitud no hace si no poner en riesgo su vida. Por tanto, sin perder de vista la necesidad de satisfacer las necesidades del paciente, el médico también debería pensar en hacer lo mejor para su salud. Aunque le suponga perder un par de votos positivos.

+ info sobre: Medicina defensiva, el articulo de Forbes

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